El responsable de proyectos lumínicos en la Empresa Carandini, el Ingeniero Diego Antón Gamazo, es el protagonista de esta nueva entrega de «Tertulias Eléctricas».
Hablamos sobre la «Iluminación en Túneles» y conoceremos durante la visualización de la entrevista lo más relevante sobre esta especialización dentro del mundo del alumbrado exterior en espacios públicos.
La Iluminación de un túnel se diferencia de otros alumbrados de exterior en que siempre deberá estar activa, tanto de día como de noche, lo que supone un reto extraordinario. En horario diurno, en el exterior del túnel, «generalmente» existe una generosa iluminación solar que debe ser igualada a la entrada del túnel para no crear un «efecto agujero negro» al conductor.
El «generalmente» del párrafo anterior se debe al hecho de que no todas las entradas a túneles estarán bien soleadas, es lógico pensar que cada proyecto será diferente atendiendo a esta circunstancia, en donde la climatología, la orografía y la orientación del lugar en donde se vaya a ejecutar el túnel tendrá mucho que decir, haciendo, por tanto, que cada proyecto en este subsector sea un caso singular de ingeniería.
Entre la singularidad de un alumbrado de túneles, también nos encontramos que, amén de la iluminación visible que se diseñará para situaciones ordinarias, hay que contar con una de emergencia extraordinaria para cuando el fluido eléctrico falle y también otra del mismo tipo pensada para la evacuación de los usuarios de los automóviles cuando, de forma excepcional, se produzca una mala visibilidad dentro del túnel consecuencia del humo provocado por un posible incendio dentro del túnel.
Dos de los aspectos que siempre se tienen en cuenta en los proyectos de alumbrado exterior son los de la uniformidad y el del deslumbramiento. En la iluminación de túneles también intervendrán ambos factores.
Una vez que nos hemos situado en la especificidad de estos proyectos, Joaquín Puerta pregunta a su invitado sobre la situación actual de la iluminación de túneles en España y en Europa.
Diego Antón nos describe a continuación en la entrevista, esa situación actual del mercado nacional indicando que son aún muchos los túneles que mantienen la iluminación utilizando lámparas de descarga siendo aún muy pocos los que tienen implementada la iluminación led.
La razón de esa baja emigración a la tecnología led, es básicamente económica.
Hay que recordar que se necesita mucha potencia de iluminación en este tipo de proyectos, siendo la premisa eficiencia lumen/vatio bien solucionada con las luminarias de descarga, la tecnología led puede dar parámetros parecidos pero a un costo ciertamente mayor.
A pesar de ello, la transferencia tecnológica se está realizando poco a poco en España y en algunos otros países de Iberoamérica, como Colombia, Chile o México, los nuevos proyectos apuestan a día de hoy claramente por la iluminación led.
La gran baza de los leds para su progresiva implantación -aparte de la obsolescencia tecnológica de las luminarias de descarga-, es sin duda, el control que permiten en la iluminación gracias a la electrónica que le acompaña. En este aspecto, se plantea el nuevo reto de la adecuada programación de los drivers para que se ilumine el túnel con alta eficiencia, un empeño que conduce a lo que podríamos llamar una «iluminación a la carta» atendiendo a las circunstancias diarias dentro del túnel y también a los variados y variables escenarios climáticos en su exterior.
Será necesario para este control -que sólo nos permite las instalaciones leds-, la implementación de sensores que midan factores como el nivel lumínico a la entrada del túnel, la velocidad de los automóviles que discurren por su interior o la situación del pavimento ya se encuentre húmedo o seco. Estos factores convenientemente parametrizados y ponderados harán que los drivers sean bien programados y que la iluminación en el interior del túnel sea la correcta y a la vez se caracterice por ser lo menos costosa posible. En definitiva, siempre andamos buscando la eficiencia.
Pero, eso sí, tendremos que ir irremediablemente a máximos aunque las circunstancias extremas que los habiliten sean muy excepcionales. Este es el otro lema a seguir «la seguridad ante todo».
En todo este escenario, en la entrevista, se recalca que la iluminación en los túneles en España es correcta aunque quizás no se cumpla la exigente normativa al 100% concrétamente en los túneles ya construidos.
Y es que la normativa vigente para nuevos proyectos es muy estricta en sus consideraciones sobre seguridad. Por ejemplo, se exigen reacciones del ojo humano de 1 segundo para detectar un objeto dentro del túnel y parar por completo el coche, pericia que sin duda dependerá de otros factores como el estado del asfalto, la climatología o del propio estado del vehículo. Además no será igual, por ejemplo, un túnel de doble sentido o si es de sentido único, ni tampoco si se contempla el tránsito de peatones o vehículos no motorizados.
La normativa, por otra parte, no es sólo exigente sino también muy dispersa, y dependerá su consideración ante el proyectista según sea la institución para quien se diseñe el túnel, imponiéndose una u otra documentación según el cliente que tengamos.
Un cliente que en España puede ser el Estado, un municipio o una comunidad autónoma dependiendo de la propiedad de la carretera que da acceso al túnel.
La máxima es, como ya se ha indicado, la del cumplimiento estricto de la normativa vigente, siempre atendiendo en el diseño de la misma a las circunstancias climatológicas y del tránsito de vehículos en las condiciones más desfavorables posibles, y buscando la mayor eficiencia económica tanto durante el proceso de construcción del túnel, como también durante su vida útil.
Un punto importante en el diseño de la iluminación de un túnel es la consideración del tipo de carretera en la que se encuentre localizado e indirectamente, la velocidad máxima permitida para los vehículos que serán usuarios de esa vía.
La velocidad de acceso al túnel influye decisivamente en el tipo de iluminación a implementar. A mayor velocidad permitida necesitaremos más metros de frenado en caso de obstáculo.
Por ello, la iluminación deberá contemplar la reacción del conductor ante una eventualidad y el tiempo de acomodo de la retina del ojo a la iluminación artificial del túnel con respecto a la luz natural del exterior de donde procederá el vehículo. El tiempo será el mismo pero a mayor velocidad mayor espacio recorrido dentro del túnel antes del frenado o para el acomodo de la retina a las nuevas circunstancias de iluminación a la entrada del túnel.
También la distancia de seguridad entre vehículos contemplada en la vía será otro de los factores determinantes a la hora del diseño de la iluminación del túnel.
Hay que indicar que algunas normativas no parecen contemplar adecuadamente los factores anteriormente descritos, a criterio de nuestro invitado.
En la entrevista Diego Antón nos expone casos concretos que se deducen de la aplicación de las diferentes normativas. En este aspecto, él concluye que la normativa UNE CR 14380 es la más equilibrada entre seguridad y consumo eléctrico de la instalación.
Otro aspecto que se destaca es la relación que hay entre la iluminación de la pared y la de la calzada, aspecto en donde la normativa actual en general exige que sea de un 60% menor, algo no difícil de conseguir utilizando pintura en las paredes de tonos claros.
No olvidemos el deslumbramiento. El máximo permitido por las normativas en España en el interior de un túnel es del 15%, determinando este aspecto las distancias entre luminarias y los espacios «oscuros» existentes entre las mismas. Este efecto alcanza valores más críticos en horas nocturnas.
Sobre el ya comentado alumbrado de emergencia, nuestro invitado de hoy a las Tertulias Eléctricas, nos explica el especial celo del Real Decreto de Seguridad en Túneles en las consideraciones sobre este tema.
De hecho, se diseña un alumbrado de emergencia para usuarios de vehículos implementando una iluminación extraordinaria a 1’50 m de altura sobre la calzada de 10 luxes y 2 luxes mínimo en caso de pérdida de suministro eléctrico. En todo caso iluminando una ruta de adecuación de 0’5 m de anchura.
En la boca del túnel se debe multiplicar a veces por 100 la iluminación que se tiene en el interior del mismo, sobre todo en horario diurno y en orientaciones muy soleadas. Así, se puede llegar a las 200 candelas en las bocas de entrada, algo que, sin duda, nos compromete con un elevado -y no deseado- consumo eléctrico.
El conductor de la entrevista el Ingeniero Joaquín Puerta, a continuación le realiza a nuestro invitado de hoy, y a modo de conclusión final, la petición para que nos indique cómo sería a su criterio el diseño de la iluminación perfecta de un túnel.
A esta pregunta nuestro invitado responde que lo que debe primar es la seguridad sobre todo lo demás, una seguridad adecuada a la normativa vigente.
En un buen diseño de la iluminación de un túnel, también será determinante la elección de los adecuados proyectores de luz, no sólo ya únicamente atendiendo al punto de vista de la adecuada iluminación que ofrezcan, sino también buscando una robustez en su mismo diseño que los hagan acordes a las difíciles situaciones ambientales que se producen en el interior de un túnel, preferentemente las derivadas de las agresiones causadas por los gases, filtraciones de agua o condensaciones o por las diferencias de temperatura.
Otro aspecto importante en la elección de un buen protector, es la aconsejable estandarización de los componentes de los mismos tanto en la parte estrictamente de iluminación como también en la parte de la lógica electrónica de control. De esa manera podremos reponerlos en caso de mal funcionamiento con más facilidad y con menos costo
El fácil acceso al cambio de sus componentes, el poder aprovechar estructuras de iluminación anteriores, la eficiencia energética y la vida útil de los proyectores, serán otros aspectos deseables en la elección de los mismos.
Recordemos que cuanto menor sea la potencia requerida en la iluminación más vida útil esperada tendremos en la instalación, y menos costo en su implementación y en su mantenimiento posterior.
Otro aspecto esencial será el de la óptica del proyector, la deseada uniformidad en la iluminación (candelas/m²) frecuentemente irá en compromiso con los lumen/vatio ofrecidos por el proyector. Este deberá ser un aspecto muy a considerar.
Además en ese escenario perfecto que se estaría buscando en un proyecto de iluminación de túneles, no habría tampoco que olvidar la búsqueda de la sostenibilidad medioambiental del diseño, eligieron componentes reciclables y de producción nacional con el objetivo de disminuir la huella de carbono.
Por supuesto, otro aspecto esencial será la innovación continua en la programación de los drivers, atendiendo la misma a la información procedente de los sensores y estando bien cocinada con la propia experiencia del proyectista, hará que la eficiencia del diseño aumente enormemente acomodándose en tiempo real a la situación del tráfico y del clima.
Para concluir la entrevista se hace referencia al programa informático utilizado en Carandini para los proyectos que se realizan para cálculos lumínicos. Se trata del programa Relux Tunnel, un software muy útil pero que necesita lógicamente de la pericia y del saber humano.
Con este último apunte concluye la entrega de hoy de las «Tertulias Eléctricas» que ha tenido como invitado al responsable de proyectos lumínicos en la Empresa Carandini, al Ingeniero Diego Antón Gamazo.